Estamos muy orgullosos de presentarte esta semana un nuevo proyecto realizado por el estudio m-i-r-a arquitectes.
Un trabajo que nos encanta porque nos traslada a la “Alta arquitectura catalana” de la década de los años 60-70, cuando la arquitectura, diseño e interiorismo se conjugaban en una completa armonía que elevaba la excelencia hasta al máximo nivel.
Un proyecto que nace de la observación rigurosa de los elementos arquitectónicos existentes para definir una precisa y esencial intervención, en cada espacio.
El trabajo con la madera es clave para el estudio de arquitectura:
“No es un añadido decorativo, sino un material que estructura el espacio. Aparece en la carpintería, en el mobiliario integrado y en detalles constructivos que buscan una continuidad entre lo antiguo y lo nuevo”.
Todos los cerramientos han sido diseñados y fabricados, bajo una estrecha colaboración con el estudio de arquitectura. Elegantes ventanas y balconeras practicables con nuestro perfil Iscletec78.
Roble protegido con barniz ecológico en el exterior e interior. Cerramientos que incorporan vidrios laminados con capa selectiva para conseguir el máximo nivel de aislamiento acústico y eficiencia energética. Destacando una unidad de balconera con dos hojas plegables acordeón, que dan paso a la impresionante terraza exterior.
Se respetan los elementos estructurales originales, como los techos de las vigas vistas, que actúan como una textura silenciosa dentro de un espacio pensado para disfrutar y compartir, en una profunda tranquilidad y bienestar.
En los baños y en la terraza se introduce una mayor expresiva.
La cerámica en formatos pequeños y verticales aporta ritmo y vibración a las superficies curvas, mientras que la terraza extiende la lógica del interior con una combinación de madera, cerámica y luz tamizada, a través del lucernario.
La cocina se resuelve como un volumen autónomo, formado por una isla curva que no se impone, sino que organiza la circulación con sutileza y funcionalidad.
El resultado es una vivienda contenida y precisa, donde cada decisión responde a una lógica constructiva clara y a una forma específica de habitar.
“Un proyecto sin artificios…, donde la arquitectura se experimenta a través de la materia y la luz.”
Fotografías: Judith Casas