El Ayuntamiento de Barcelona realiza cada cinco años un estudio sobre los niveles acústicos en la ciudad, para desarrollar un plan integral contra el ruido que se elabora a partir de un Mapa Estratégico del Ruido. La idea es combatir el ruido con actuaciones de la Guardia urbana, ayudas para instalar dobles ventanas y mejorar el aislamiento de las viviendas, cambios de horarios de los servicios de limpieza, nuevos espacios verdes o la apuesta por los vehículos eléctricos.
El ruido de las ciudades es una amenaza para sus habitantes. La contundente afirmación es de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fija el máximo nivel de ruido que debería soportar en 55 dB (A). A partir de 50 dB (A) aumenta el riesgo de que afecte a la salud: pérdida de audición, enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial), perturbación del sueño (irrupciones, alteraciones, aumento de la fatiga…) o efectos en la salud mental (ansiedad, dolores de cabeza, inestabilidad emocional, impotencia sexual…). El estudio del Ayuntamiento de Barcelona señala que el Raval y el Gótico, durante la mayor parte del tiempo, tanto de día como de noche, superan los 70 dB (A). También comunican la necesidad de realizar “actuaciones especiales” en Gracia, Sants – Montjuic y Ciutat Vella, tres distritos que concentran tramos ruidosos que no han disminuido en estos años sino que, más bien, se han mantenido o, incluso, han empeorado. Barrios como el Eixample siguen sufriendo el mismo nivel de ruido que procede del tráfico, seguido de Les Corts y Sant Martí.
En definitiva, un 24,9% de la población de Barcelona percibe ruidos por la noche entre 45 y 55 dB (A). Un 32,5% padece ruido nocturno de más de 55 dB (A) y, de estos porcentaje, un 3,9%, entre 65 y 70 dB (A).
¿Qué hacer para combatirlo?
Es importante estar sensibilidades sobre los perjuicios que causan los elevados niveles de ruido en la salud de las personas, así como las consecuencias que causa en el medio ambiente. Sin embargo, hay ciertos factores que no dependen de uno mismo y contra los que no se puede luchar.
Es por ello que Iscletec propone una solución que aumenta de manera exponencial el bienestar de los habitantes de Barcelona. Tal y como anuncia el Ayuntamiento, un buen aislamiento en los edificios es primordial para mejorar la situación y combatir la “pobreza sonora” de la ciudad. Los antiguos edificios que la componen no están preparados estructuralmente en cuanto a aislamiento acústico y los cierres son sus puntos débiles, los que ofrecen menor resistencia al ruido.
Las ventanas de Iscletec, con sus modelos de 78 y 92 mm de espesor permiten triples cristales y cuentan con la tecnología necesaria para minimizar ruidos innecesarios:
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Iscletec estudia las necesidades de cada vivienda para ofrecer una solución integral que se adapte a sus requerimientos. Las ventanas y balconeras de Iscletec obtienen los mejores resultados en materia de aislamiento acústico; ya que cada uno de sus componentes se trabaja minuciosamente para conseguir los cierres de mayor calidad.